Las situaciones de crisis, los nuevos retos y otros muchos problemas de la vida cotidiana pueden llevar a todo el mundo a situaciones excepcionales o incluso a conflictos mentales, que ponen a prueba el bienestar y tienen una influencia cada vez más negativa en la calidad de vida. Las malas experiencias y los golpes del destino, como la pérdida de un trabajo, una separación o incluso la dolorosa muerte de una persona cercana, evocan en nosotros sentimientos de pena, pérdida, desesperación o desesperanza. Los problemas en la familia con los hijos y la pareja nos desvían del camino y la senda de vuelta a la vida normal se presenta a menudo con obstáculos aparentemente insuperables.

Aunque muchas personas lo rehúyen, no sólo es aconsejable sino que a veces es necesario buscar ayuda. Nadie puede hacer frente a todo solo. Es bueno saber que alguien está a tu lado para ayudarte y apoyarte. A menudo, una forma diferente de ver las cosas es suficiente para que la luz aparezca de nuevo al final del túnel. A menudo uno sólo se queda atrapado en sentimientos de desesperación y tristeza.

Me gustaría acompañarte y encontrar junto a ti un camino que devuelva la luz, la alegría y la confianza a tu vida.